Las perras, al igual que las mujeres, sufren el conocido ciclo menstrual, al que también se le conoce como celo. Se trata de un proceso que comienza entre los 9 y 12 meses de edad del animal, pasando las adultas dos veces al año por este proceso.
Este celo consta de cuatro etapas, las cuales detallaremos a continuación.
- Proestro: es el primer ciclo del celo, el cual dura unos nueve días. En esta fase, la vulva del cánido se hincha y comienza a segregar unas sustancias de color marrón rojizo.
- Estro: en la segunda fase del celo, que dura en torno a nueve días, la hembra sufre una suave inflamación de la vulva, presentando un flujo vaginal rosado o pajizo.
- Diestro: después de 3 días de ovulación entre la segunda etapa y la tercera, ésta suele durar unos 60 días. Aquí la perra actúa como si tuviera un embarazo, pudiendo entrar en la fase del falso embarazo.
- Anestro: es la última etapa de reposo del animal.
El comportamiento
¿Cómo podemos saber que nuestra perra ha entrado en este ciclo? Cambios en los estados de ánimo, pezones hinchados, repentino interés de los machos (que pueden oler el cambio en las hormonas de las hembras), inflamación de la vulva, cola parada y presencia de sangre (que suele ser el indicador más seguro).
¿Cómo cuidar a nuestra perra durante este periodo?
- Mayor control: en estos periodos es recomendable tener una mayor vigilancia sobre la mascota, sobre todo para evitar una reproducción no deseada, por la posibilidad antes mencionada de que los perros puedan oler el celo.
- Paciencia. Protege a tu mascota y sé cariñoso con ella
- Control ante ETS. Las perras pueden contraer brucelosis, una enfermedad que se transmite por vía sexual. Para evitar el contagio, los perros deben ser castrados.
- Si no quieres una camada, busca el mejor método para esterilizarla. Así, no tendrás que lidiar con su periodo del celo y evitarás la reproducción de la misma.